Se ha hablado mucho sobre las propiedades saludables del té: antioxidante, tonificante, anticancerígeno… Pero la discusión sobre los beneficios de nuestra bebida favorita no es nueva.
En 1678, Cornelis Bontekoe, un doctor holandés de la época, publicó un artículo sobre el té titulado “El té, esa excelente bebida”, en el que enumeraba los siguientes beneficios que se le atribuían:
- Purifica la sangre
- Expulsa los sueños pesados
- Alivia a la mente de pensamientos oscuros
- Alivia y cura el vértigo y los dolores de cabeza
- Cura la hidropesía
- Es un excelente remedio para los catarros
- Seca la humedad
- Cura el extreñimiento
- Aclara la vista
- Protege de los malos humores y de los desórdenes hepáticos
- Es un buen remedio para todos los problemas de vesícula
- Alivia las dolencias del bazo
- Derrota a la pereza
- Derrota a la torpeza
- Convierte a uno en activo y enérgico
- Hace a uno valiente
- Elimina el miedo
- Disipa el dolor causado por cólicos
- Es un buen remedio para los dolores menstruales
- Fortalece todos los órganos internos
- Agudiza la mente
- Refuerza la memoria
- Refuerza la inteligencia
- Purga el mal humor
- Refuerza la energía sexual
- Alivia la sed
Ten en cuenta que eso fue escrito en 1678… Por supuesto, ahora sabemos más cosas. Pero cualquiera que sea la razón por la que uno decide beber y disfrutar del té, recuerda: hay un poco de magia en una taza de té.